domingo, 22 de octubre de 2017

Ensayo comparativo

En este ensayo se analizará como los protagonistas de “La noche boca arriba” y “El sur” se mueven entre dos mundos con diferente espacio-tiempo, la focalización de dichos relatos y que procedimientos utilizan los autores para provocar un efecto en el lector.
En ambos cuentos se da un corte del espacio-tiempo, en uno de forma más directa que en el otro.
En “el sur”, el protagonista sufre una septicemia y decide, a raíz de eso, visitar su casa de campo. A partir de aquí, se empieza a percibir un acrónismo, que solo aquellos con conocimientos de cómo era Argentina en 1939 y anterior a eso pueden percibir. Se describe un campo mucho más antiguo de lo que debería ser, un campo que el protagonista conoce a través de la literatura gauchesca y de lo que él se acuerda de su niñez.
Así, vive una doble muerte (aunque debido a los diferentes usos de tiempos verbales no se logra entender si muere o no) defendiendo su nombre cuando un señor lo desafía, o luego de la operación nunca mejora y su viaje al sur era solo un sueño.
Al contrario, en “La noche boca arriba” el cambio entre los dos mundos se da de forma más directa. Cuando el protagonista sufre un accidente, es trasladado al hospital donde lo operan y queda en la camilla recuperándose. Allí comienza a soñar que es un aborigen molteca en medio de una guerra florida. Lo capturan y sabe que va a morir por lo que queda en el lector interpretar si muere en el hospital y lo demás era un sueño o si el aborigen era el que sueña con un mundo futurista y muere en un sacrificio.
Cuando se lee el cuento se puede observar que cada vez que el protagonista cambia de mundo, hay un doble espacio entre párrafos y que esta “ayuda”  deja de aparecer a medida que el cuento avanza.
Ambos textos están escritos en tercera persona, pero con pequeñas trampas para confundir al lector.
El cuento de Cortázar está narrado desde el punto de vista del protagonista. Esto, junto con la ambigüedad y la mezcla de voces del narrador y del protagonista hace que el lector entienda que la realidad del moteca es un sueño (como si fueran alucinaciones del protagonista que se esta muriendo en la camilla).
Se utiliza los contrarios para marcar la diferencia entre ambos mundos: uno es en el presente, en la ciudad y es de día, mientras que el otro es en el pasado, en la selva y de noche. Para desconcertar al lector todavía más, el autor utiliza metáforas y comparaciones que dejan al otro dudando:
“[…] con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas.”
Si el “verdadero” es el chico de la moto, porque no sabe que las luces son el semáforo y el insecto la moto?
En el cuento de Borges, en cambio, para poder comprenderlo a fondo se debe conocer datos biográficos del autor, como que al igual que el protagonista tiene antepasados argentinos y alemanes. El linaje es algo importante en el relato porque es el centro de toda la historia: como el protagonista lee Las mil y una noches en una edición alemana pero cuando llega al campo se hace alusiones al Martin Fierro, y la muerte que cada uno tiene, al alemán se le asocia una muerte mas pasiva, en cambio al argentino gaucho a una muerte de combate, por lo que se entiende que el decide pelear con el compadrito para poder defender su nombre.
Además, hay una frase que divide al texto en dos, aclarando que lo que sigue debe leerse con cuidado
“A la realidad le gustan las asimetrías y los leves acronismos.”
En el momento que sube al tren empieza un “viaje al pasado” con claras intenciones de llevar al lector al mundo del Martin Fierro, incluso el hombre que le pasa la daga para que pelee se lo describe como a Fierro.
Otro punto importante es el juego con los diferentes tiempos verbales, ya que el pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo muestra imposibilidad mientras que el presente del indicativo muestra certeza
“Sintió que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado”
 Por lo que nunca queda claro que es ciento por ciento verdad, si soñó la muerte heroica o si realmente murió así. A esto se le suma el uso del adverbio acaso en el ultimo párrafo que pone en duda todo lo relatado, porque entonces tal vez si sabia utilizar el cuchillo y se salva.
En conclusión, se puede observar que en ambos cuentos los autores buscan generar ambigüedad para que el lector nunca sepa si lo que está leyendo es verdad o no y que lo que hace que sean tan similares es la oportunidad de poder cambiar su muerte, en el caso de Dalhmann, una muerte heroica y en el caso del otro chico, siendo sacrificado, en vez de una muerte pasiva por una enfermedad y un accidente, respectivamente.


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