Mientras
bajaba de su limosina, olvido como caminar.
Famosa
sufre de un accidente en la alfombra roja
Ayer,
en el majestuoso evento de los premios Oscar, Emma Stone, una actriz
estadounidense de 26 años, llegó a la alfombra roja en una limusina negra cual
carroza, pero no una de fantasía, una fea y desarreglada carroza, ya que cuando
estaba bajando, su vestido verde brillante le jugó una mala pasada y quedó
atorado, dejando a la pobre chica casi desnuda frente a millones de cámaras y
flashes, que la aprisionaron para poder sacar las mejores tomas y poder mandarlas
a los diarios y foros de Internet.
Ya había empezado la transmisión,
cuando avisaron a los empleados que la próxima en bajar de la limusina será
Emma Stone.
La chica ya sabía que debía tener cuidado al
bajar del auto ya que su vestido tenía un gran tajo en la pierna y si no quería
ser la primera en avergonzarse, sólo tenía que pisar primero con la pierna
izquierda. Pero muchas cosas debían estar pasando por su cabeza. Porque, al
bajar, olvidó ese detalle y como para empeorar las cosas, su vestido decidió no
cooperar y atorarse en el auto, dejó a Emma en su ropa interior, con todos los
fotógrafos rodeándola y los empleados tratando de ayudarla.
“Ella estaba llegando, nosotros
debíamos acercarnos a ayudarla por las dudas, pero cuando se cayó la gente se
volvió loca, quería sacar fotos, nos empujaban y nos sacaban afuera” cuenta uno
de los empleados, “Todos nos empujábamos para poder obtener una mejor toma y
poder venderla rápido”, cuenta un fotógrafo que logro vender dicha foto a un
precio muy caro en Internet.
Si bien el conductor no quiso hablar con nosotros,
en su cuenta personal de Twitter contó que para él, Emma Stone estaba perfecta,
un poco nerviosa, pero que no creía que estuviera borracha. Al levantarse, la
actriz notó cómo su escote era más grande de lo que debía y mostraba mucha mas
piel, por eso tuvo que usar como escudo la puerta del auto hasta que unos
ayudantes bastante lentos lograron pasar por esa multitud y la escoltaron a un
pequeño salón donde tenían guardados todos los guardarropas de los famosos.
Como la mayoría de los años siempre hay
uno o dos vestidos que se terminan rasgando o rompiendo completamente. Todas
las estrellas deberían llevar un vestido de más para poder hacer un cambio por
si pasa algo. Afortunadamente, nuestra actriz tenía un vestido de reemplazo en
aquel salón. Así, con ayuda de su manager, logró cambiarse a tiempo para
presenciar la primera etapa de los premios.
Lo cierto es que nadie pensó que el
primer papelón de la noche se lo llevaría Emma Stone.
Muy bien, Tamara!
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